¡Es una maldición!
¡No sé cuantas veces me ha pasado!; y es que todo comenzó de niño, uno está haciéndose un sandwitch y pues como mamá es mamá, le preparo uno, ¡Zas! es el Sandwitch más rico que ha probado, obviamente yo como niño me siento halagado.
No obstante eso me ha venido siguiendo
desde entonces, llega abuelita: "Ay mijito, fíjate que me han dicho que
haces unos “sángüiches” RIQUISIMOS", ok, abuelita, con gusto, pero muy
poco sabía que eso se convertiría en chisme.
Luego viene la tía, la otra abuela, el
abuelo, la amiga de quien sabe quién; ¡Todo el jodido vecindario quiere probar
mi sandwitch tocado por dios!... ¿Saben que es lo peor?, que me dicen
"Esque yo no sé hacerlo como tú", "esque a ti te quedan
ricos", "Esque tú tienes buena mano", coño ¿Qué quieren, que les
de la receta? ¡¡¡Es un puñetero Sanwitch de jamón!!!!
Obviamente las cosas no se quedan ahí,
haciendo a un lado sopas y comida convencional, también se hacer tortas,
chilaquiles, nachos (cosas que te venden fácil en un puesto de antojos o
similares, y lo hago bien como para competir contra esos) y pasa lo mismo, yo
con gusto hago las cosas cuando se piden con tiempo [créanme que puedo hacer
hasta para vender], sin embargo, jamás me salvo de que a mi hora de comer, en
mi almuerzo o en una cena de Viernes me cae alguien con cara perrito sin comer,
se la pasa haciendo indirectas de qué bonito hago la comida y que rico huele y
blablablá, ahí tienen a Juan tonto en camino hacia la plancha, para darle de
comer a los que miran burro y se les antoja viaje, porque me cae más gente, ¡El
olor los llama! (de hecho tengo una historia sobre un pariente borrachito que
olió mi comida y ni pex, le iba a invitar y en lugar de eso, terminó llevándose
mi plato).
Y no es por ser grosero o ególatra, pero esta imagen no le hace
justicia a lo que hago en verdad, hago mejores presentaciones.
|
¡Todos quieren mi comida!, todos me
elogian por ello, las bailarinas de Ballet se pelean por una torta de las que
hago (True story), los viejitos que no les gusta eso, terminan pidiendo, los
niños obviamente me exigen sin misericordia y yo tengo que sonreír mientras por
dentro los quiero ¡Matar!; En fin, todos servidos, todos felices, todos
aplauden, ríen y se llenan hasta reventar, ¿Y yo? bien gracias, me como algo
que ahora está frio, ¿Pero saben qué? Es verdad, aún frió lo que preparo me
queda rico.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario