El estreno de One Punch Man

No saiko! No Hirodesu!! Wanpaman Forever!!

ONE PUNCH MAN, EPISODIO 1: Sólo hay dos tipos de personas en esta vida: Los que nos gusta One Punch Man, y los patéticos perdedores que deben tirarse a un pozo!!

¡Bum! ¡¡¡Estás Muerto!!!

¿Hartos de ver como los protagonistas de las caricaturas terminan convirtiéndose en personajes rotos e invencibles?, ¡¡No se diga más, One Punch Man no se va con tonterías!! ¡¡EL protagonista ya está más roto que (Inserte el nombre de tu personaje super mega poderoso e invencible de tu preferencia) desde el inicio!!

Y no lo digo por decirlo, de eso va la historia, un sujeto que está más roto que tu corazón cuando tu ex novia te abandonó, y de cómo debe seguir su vida sin emociones a causa de no poder experimentar a plenitud de un épico enfrentamiento digno de todo épico héroe. 

Sin embargo esto no es más que la primicia de una historia llena de comedia, acción, personajes secundarios que pasan a tener grandes cargas en la historia e inclusive batallas de impresionante calibre (por más incongruente que suene debido a la innegable omnipotencia del héroe principal), así como también una extensión del mundo super heroico dentro del universo de One Punch Man, que a cada paso se moldea de manera más que agradable y con ritmo bien llevado… pero en fin que el punto es hablar del episodio.

¿Cómo balancearon los primeros capítulos, junto a la comedia y las toneladas de acción? he ahí la pregunta central, si bien este primer capítulo no es una revolución, se nota que fue bien dirigido y aún con sus pequeños “cambios cronológicos” la historia no se siente alterada para nada.

La animación no decepciona y tiene una buena carga de trazos muy detallados como animación fluctuante pero disfrutable, todo en pos de la dirección artística. 

Los diálogos son algo básicos y los discursos sencillos, pero con una labor de doblaje y ambientación para la serie que consigue prestes suficiente seriedad cuando hay que tenerla y te des tu carcajadita cuando se debe, es decir, sólo hay que ver el contraste que consigue tener para si misma la propia serie.

¡Sólo ver la cara de este wey me mata!

No obstante si te pones quisquilloso es imposible no notar los fondos algo perdidos entre matices demasiado sobrias, pero, si tomo en cuenta que al final cuando se ponen a pelear igual el foco pasa a ser de los personajes que combaten, tenemos excusa (Juasjuasjuas).

En fin, no hay demasiado que pueda decir salvo que le echen el ojo tan pronto puedan, la serie deja una buena primera impresión, sobre todo si eres seguidor del trabajo, pues visualmente el estilo de Yusuke Murata (el dibujante, no el creador –¡¡Hay mucho zoquete que dice que Murata es el creador!!-) se ve muy bien cuidado –No como en Eyeshield 21-, además que si esto no ha hecho más que ser el calentamiento, las cosas serán tremendas (a menos que se acaben el presupuesto o algo así).

Y en una actualidad donde series como Dragon Ball Super o Caballeros del Zodiaco Alma de oro están fallando terriblemente en animación, One Punch Man no me sorprendería se convierta en una aplanadora que se llene de seguidores a morir en este lado del charco. –Sólo recemos porque no sean demasiado Otakos-

Pd.- Sólo con un episodio me volvió a dar ganas de lanzarme al manga.